D’Madrugá
"Es
que a veces hay que molestar porque si no solo somos molestados"
Enrique Morente
Eva Yerbabuena evoca
a Morente, lo redescubre, lo pone en palabras atravesando su obra a la vez que
ella misma es atravesada por la obra del gran cantaor granadino.
“Lo mucho que tengo
se lo debo al cante”, dice en off el
propio Morente al comenzar el espectáculo… mientras ella en el centro de la
escena atravesada por un haz de luz lateral solo escucha. Aparece la guitarra
para abrir la melodía y luego el cante al que se suman otras voces, en un canon
que será repetido varias veces como evocando a Enrique, como sumergiendo al
espectador en un clima, en una estética.
Mientras ella
permanece inmóvil en el centro, dos cantaores -Alfredo Tejada a la izquierda y
Miguel Ortega a la derecha- comienzan a templar con unas letras de tientos a la
que se le incorpora el sonido de una batería. Universo Morente, sonido, cante… y
danza.
Eva rompe la
inmovilidad con movimientos automáticos y series repetitivas como en un loop
de danza. Solo es mecánica, entre lo abstracto y lo fragmentado vuelve un nuevo
impulso. Los cantaores empujan dos partes de una mesa -similar a la que aparecía
en la obra “Ay” de la propia bailaora- dos mitades que se juntan, pero esta vez
ella queda en medio.
La imagen es bella,
la mesa y ella en dos mitades. Ella y la mesa dos partes de algo. Una imagen
simbólica con múltiples universos. Pero a la vez ella esta prisionera, en medio… y a veces la mesa simula una estructura de falda, y a veces la
jaula… Ella se mueve, finge estar atrapada, pero a la vez compone imágenes que
acompaña la melodía. Baila.
El cante de Sandra
Carrasco aparece para colorear la escena con su dulce voz y Eva baila atrapada
en la mesa, los movimientos van tomando identidad y la abstracción se
transforma en formas reconocibles de una estética flamenca.
Sigue un número
musical y la mesa y Eva salen de escena. Carrasco canta muy flamencamente por
fandangos mientras su cuerpo se transforma, sus rodillas se quiebran y su mano
representa las diferencias cromáticas de la voz. Allí en su mano esta el gesto
de lo flamenco.
Mientras los tres
cantaores se colocan de espaldas Eva aparece con una bata de cola elegante, de
color ocre o negro, dependiendo de la luz su tono cambiaba. El vestuario es
bello, con un corte del lado izquierdo que atraviesa desde el escote hacia la
falda. En los primeros momentos baila de espalda con los brazos abiertos y la
imagen vuelve a ser muy bella, sus brazos se redondean en el aire y se alargan.
La escena se transforma en un cuadro flamenco donde ella baila con bata de cola
la caña de Chacón y reinterpretada tantas veces por Morente. Bailará luego con
el mantón haciéndolo volar, atravesando todo el espacio.
Los cantes remiten a
la Niña de los Peines y a peteneras. Aparece la voz en off de Enrique y los
cantaores ocupan todo el espacio con sus sillas, para luego meterse por tangos
en donde vuelve Eva con un nuevo vestuario para bailar. Juega entre ellos,
remata, pierde las peinetas, vuelve a bailar como improvisando entre todos en
un cuadro donde también están incluidos los dos percusionistas, la escena ocupa
todo el espacio y ella va de extremo a extremo, su baile es abierto a la vez que
lo fragmenta con cortes.
Antes del final unas
voces de niños en off van relatando el poema de Federico García Lorca “Fábula”
(poeta en Nueva York) que Morente grabó en su tiempo. “comprendí que me habían
asesinado. / Recorrieron los cafés y los cementerios y las iglesias, / abrieron
los toneles y los armarios, / destrozaron tres esqueletos para arrancar sus
dientes de oro. / Ya no me encontraron”.
Una escena muy
interesante dónde el espectador puede preguntarse ¿qué entienden los niños de
las palabras? Volver a Lorca, volver a Morente, y despojarlo de esa carga
simbólica para solamente recordarlo.
La obra rematará por
seguiriyas dónde Eva vuelva a combinar los movimientos flamencos estereotipados
con fragmentos automáticos a los que les añade los remates del baile.
D’ Madrugá vuelve a mostrar
a Eva Yerbabuena con un tipo de flamenco despojado, sin tanto adorno, sin
intervenciones multimedia, con una sutil iluminación que le imprimen un momento
de reflexión.
Paco Jarana, como
siempre, con un toque claro y profundo compone las melodías que luego será
interpretadas excelentemente por los tres cantores y la cantaora invitada.
D’ Madrugá una obra
bella para conectarse con el universo flamenco de Morente en la piel de Eva.
Gabriel Vaudagna
Teatros del Canal 16 de diciembre 2020
Suma Flamenca
Foto de prensa: Joan Tomas
FICHA TÉCNICA
Eva Yerbabuena, Baile
Paco Jarana, Guitarra
Segundo Falcón, Miguel
Ortega y Alfredo Tejada, Cante
Antonio Coronel y
Rafael Heredia, Percusión
Sandra Carrasco,
Cantaora (Colaboración especial)
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