EL AMOR BRUJO



Israel Galván

El público ingresa a la sala, hay un piano en escena, dos sillas y una mujer sentada, hay una estética construida sobre lo femenino que determina que ese intérprete podría ser una mujer. Cabello rubio largo, gafas de sol y una falda pantalón y guantes rojos.
El programa dice Amor Brujo. Baile: Israel Galván/Eduarda de los Reyes, claramente se busca generar una expectativa en el espectador de una intérprete desconocida y es el propio Galván quien compone el personaje con rasgos femeninos.
También dice el programa “con gitanerías en dos cuadros, me siento dentro de un riesgo que me gusta y me mueve, seguir inspeccionando dentro de esa música, sin añadidos ajenos al original”. Claramente el original se diluye una vez empezada la obra para dejar paso a un sinfín de ocurrencias musicales y estéticas que provienen de un imaginario diferente. Aquí la obra de Manuel de Falla es rota, deconstruída para generar otro universo componiendo un paisaje sonoro que sirve de sustento a las ocurrencias danzadas.
Israel Galván se apropia de lo simbólico del Amor Brujo para interpelar al espectador. Una obra que fuera creada para dos mujeres primero Pastora Imperio y luego La Argentina justifica el por qué el intérprete se caracteriza de mujer, pero también se entiende que en este contexto actual se alinea con ciertas incursiones que están proponiendo varios artistas del flamenco a la cuestión de género. Esta versión no tiene linealidad narrativa y lo coreográfico se acota al espacio de la silla donde hace toda una primera parte y su danza fragmentada cargada de movimientos expresionista pone en tensión al espectador, mientras sucede la música de Manuel de Falla interpretada por Alejandro Rojas-Marco al piano. Hay una multiplicidad de elementos del mundo femenino, incluso por momentos pareciera recuperar la famosa danza de la bruja de Mary Wigman [Hexetanz] estrenada un año antes que el Amor Brujo y que tuvieran grandes de repercusiones en el mundo de la danza de ese momento ya que fue el primer solo de mujer. Pero la versión de Galván sobre la silla se quiebra cuando la danza del terror, de Falla, va culminando y él/ella sale sobre el suelo rebotando varias veces hasta llegar a proscenio, quizás, hasta llegar al climax.
La voz distorsionada de David Lago reproduce momentos radiofónicos de voces antiguas, La Argentinita, Pastora Pavón o Chacón, algunos otros también, se escucha una versión del Vito. Su voz no busca establecer algo del propio código del flamenco sino ambientar con recursos simbólicos la escena mientras él/ella tira unas cartas, parte unos objetos de vidrio, arroja cacerolas al suelo y recorre el escenario rengueando. Va detrás del piano y enciende un fuego simbólico -un plástico inflable blanco que la luz teñirá de rojo-, y varias ocurrencias más como la fuente de agua sobre el final -cuando el río suena que querrá decir -dice la canción- (…) a mí me mata la pena (…).
Israel Galván es un artista que propone al espectador una experiencia diferenciada, aquí no caben los “oles” los quejíos se diluyen o se pierden y se abren nuevos interrogantes, ¿hasta dónde el flamenco puede seguir llamándose flamenco? Lo performático reinaugura un discurso posible de esta modernidad que no deja de mirar el contexto en el que suceden las cosas. Con el Amor Brujo cierra el telón del vigésimo tercer Festival Flamenco de Jerez, y la gente aplaude de pie, aunque a la salida es el turno del público de interpelar al artista diciendo qué quiere decir. La versión de Galván, sobre la música de fama universal, se contraponen, genera tensión y eso moviliza al espectador, su trabajo logra momentos estéticos bellos pero sobre todo invita a la acción, no se sale del teatro indiferente y eso es un gran mérito o quizás la máxima búsqueda de un creador.
Gabriel Vaudagna
23 Festival Flamenco de Jerez / Teatro Villamarta / 9 de marzo de 2019.
Foto: Javier Fergo (prensa del festival).

FICHA TÉCNICA
Dirección y coreografía: Israel Galván
Asesoría: Pedro G. Romero
Baile: Israel Galván/Eduarda de los Reyes
Cante: David Lago
Piano: Alejandro Rojas-Marcos
Música: Manuel de Falla, Alejandro Rojas-Marcos
Asistente de dirección: Balbi Parra
Asistente coreográfico: Marco de Ana
Producción: Israel Galván CO.
Co-producción_ Teatros del Canal, Maison de la Musique de Nanterre; Festival de Jerez, Dansa.; MA.
Colaboración: Ayuntamiento la Rinconada; Hautbéarn

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