COMPAÑÍA MERCEDES RUIZ
TAUROMAGIA (Coreografía para la obra de Manolo Sanlúcar)
Crear una obra coreografía nueva es un reto importante, pero
coreografiar una música que ya existe, que ha triunfado hace 30 años y que
lleva implícita la huella de su creador es un reto absolutamente complejo, pero
la gran bailaora jerezana logra con delicadeza, con elementos sutiles y con una
puesta clara ponerle danza a Tauromaquia.
La música es exquisita, la interpretación de Santiago Lara es
maravillosa. Él recrea cada momento compuesto por Sanlúcar y lo hace con tal
maestría que en la penumbra de la escena dudaría que sea el quien la ejecute y
no su autor, pero Lara es un músico genial y hace lo que pocos, reproducir una
obra que no le pertenece pero la hace suya.
Contar sobre un papel una obra de danza que apela a los sentidos es
imposible solo se pueden dibujar ciertas pinceladas de lo ocurrido anoche en el
Villamarta.
La dualidad entre la vida y la muerte que atraviesa la obra musical se
ve reflejada en la danza, la composición comienza con colores ocres en el
vestuario sobre el escenario cuatro mujeres dan vida a la Nacencia. Aparece un
toro, quizás la mantilla negra como simbolismo del luto, pero a la vez de lo
español. Una mantilla que tanto usan las mujeres en la plaza de toros como en
la iglesia. Y hay un toro en la escena, pero no una imagen grotesca sino un
cuerpo sutil que lo representa, que zapatea y que compone esa idea del toro, de
la bestia y del Otro.
En un juego continuo las mujeres serán banderilleros, público en las
gradas, toro y torero. Las coreografías son muy dinámicas accionan entre la asimetría
y el unísono. Los movimientos de los cuerpos son redondeados hay un exceso uso
de los cambré -torso hacia atrás- herencia de la danza española quizás algo de
lo bolero, pero que determina la estética. Las castañuelas con mucha musicalidad
matizan varios cuadros. Algunas cabezas con un solo movimiento dejan al
espectador inmóvil.
En los cuadros grupales, como en Maletilla, usan abanicos y la iluminación
recrea otro ambiente con los músicos recortados al fondo bajo una penumbra o en
el final en las alegrías Puerta de Príncipe, donde toda la compañía se luce
logran arrancar más de un aplauso. Pero tanto en los solos de Mercedes como en
el duelo entre toro y torero recreado por la propia directora y la bailarina Ana
Agraz logran un momento de alto placer estético, elegante y cargado de tensión.
La música entreteje el drama, la voz de David Lago, precisa y profunda
interviene para completar la obra que creará climas sonoros junto al piano y la
percusión.
Mujeres entre los toros, mujeres que toman el lugar de la lidia que
representan roles masculinos pero que no lo cuestionan. Crean de una manera poética
con sus bellos cuerpos sus movimientos suaves y sus zapateos firmes una obra de
danza que nace para morir. Lo efímero de la danza establece un dialogo con el
espectador, la música envuelve, el clima suspende el tiempo, pero el toro muere.
Puedo alejarme de la idea de la plaza de toros y aquí Tauromagia funciona como una gran obra estético musical que logra conquistar
al público y suceda la ovación.
Gabriel Vaudagna
23 Festival de Jerez / Teatro Villamarta / 2 de marzo
2019.
Foto: Javier Fergo (Prensa del festival)
FICHA TÉCNICA
Baile: Mercedes Ruiz, Ana Agraz
Cuerpo de Baile: Beatriz Santiago, Aurora Carballo, Vanesa Reyes
Guitarra: Santiago Lara
Segunda guitarra: Paco León
Teclados: José Amosa
Percusión: Perico Navarro, Rafa Fontaiña
Voz en off: Manolo Sanlúcar
Dirección adaptación y coreografía: Mercedes Ruiz
Adaptación y dirección musical: Santiago Lara
Libreto, dramaturgia y dirección escénica: Francisco López
Producción: Compañía Mercedes Ruiz, Teatro Ville Cusset (Francia) y
teatro Villamarta
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