“Viva” Manuel Liñán y compañía.
Al estilo del Ballet del Trocadero, Manuel Liñán compone una obra de
mujeres en la que cada una de estas representa a las de su propio entorno, a
las mujeres en las que se miran, las mujeres con las que se cría y aprende, a
las mujeres flamencas. A hombres que exploran su propia femineidad. Quizás, como
homenaje o quizá como una ocurrencia válida para trazar un espectáculo cargado
de humor, de momentos sensible y de flamenco. La danza es la excusa que mueve a
estas mujeres que tanto pueden ser de un patio jerezano o trianero, una mujer
que canta recordando a la Lola, a la Argentinita y muchas otras cupletistas. Aparece
una mujer como Carmen Amaya con su figura tan empoderada dentro de lo flamenco.
Mujeres que contrastan unas con la otra pero que se encuentran en la juerga o
en el baile. “Viva” es una obra que mantiene al espectador en continua tensión,
la platea no para de gritar oles, de reir, de aplaudir de acompañar cada
momento en el que estas mujeres construyen sus danzas y deconstruyen sus vidas.
La puesta en escena es minimalista, tres bancos de madera que van siendo
manipulado para diseñar espacios o pasarelas, y un gran cortinado al estilo
cabaret, con tiras plateadas por donde ingresaran las intérpretes, y sobre un
costado detrás de las mismas cortinas los músicos que construyen musicalmente
cada momento que va desde lo flamenco a lo bolero con marcados momentos del
folklore español.
“Bailaba de hombre, pero bailaba de mujer también” dice Liñán en el
programa de mano y mientras juega con todas esas mujeres pone en tensión a todo
el flamenco, a la historia y a las definiciones absurdas que obligan a pensar
que los hombres tienen que bailar de una forma y las mujeres de otra. Que la
mujer no zapatea y que los hombres tienen que mantener una postura rígida. Aquí
los cuerpos bailan con tanto sentido y tanto arte que no es posible someterlos
a disputas, las mujeres son resignificada por hombres que se apropian de lo
simbólico del flamenco para transformarlo en una obra de arte danzada.
El transformismo en la escena no es un tema nuevo, pero si cuestionado y
si revisáramos la historia ya en los antiguos Cafés Cantantes donde el flamenco
hacia furor un transformista italiano se colaba vestido de gitana -Leopoldo
Frégoli- para actuar allá por 1896, y luego tantos otros que la historia se
resiste a contar de principio del Siglo XX.
En “Viva” la música es impecable, la solea, las bulerías y los tangos
entretejen escenas, se oyen verdiales y fandangos y taranto que interpreta el
propio Liñán sobre el final. Para cerrar toda la compañía baila por cantiñas
con batas de colas de lunares y mantones, en un despliegue coreográfico dinámico
y geométrico que ocupa la totalidad de la escena, para luego poco a poco ir
soltando los vestidos y dejar al descubierto lo que hay debajo. Aquí los
transformistas se despojan de sus prendas, de sus personajes, se quitan el
maquillaje, mirando al publico y se van marchando con las pelucas y flores en
la mano. Manuel Liñán es ahora Manuel, a medio desvestir, sin falda con el
interior expuesto, con su vulnerabilidad a flor de piel va hacia un costado de
la escena y mira hacia el fondo donde todos esos vestidos usados por los
personajes aparecen colgados en perchas y maniquíes y la luz desaparece,
mientras el cantaor suelta sus últimos tercios “quiéreme, quiéreme, que yo te
quiero” y esa mujer allí sigue Viva.
La platea estalla en aplausos, en vivas, en oles, un inacabable y muy
merecido reconocimiento a un gran trabajo.
Gabriel Vaudagna/ Madrid 8 de Febrero
Teatros del Canal
Foto gentileza de prensa
FICHA TÉCNICA:
Dirección y Baile: Manuel Liñán
Asesor de escena: Alberto Velazco
Dirección coreográfica: Manuel Liñán
Bailarines y coreografía: Manuel Liñán, Manuel Betanzos,
Jonatan Miró, Hugo López, Miguel Heredia, Víctor Martín (cedido por en BNE) y
Daniel Ramos (cedido por el BNE).
Música: Francisco Vinuesa, Victor Guadiana y Kike
Terrón.
Asesoramiento musical: David Carpio y Antonio Campos.
Guitarra: Francisco Vinuesa.
Cante: David Carpio y Antonio Campos.
Violín: Víctor Guadiana.
Percusión: Kike Terrón.
Diseño de iluminación: Gloria Montesinos A.a.i
Diseño de vestuario: Yaiza Pinillos.
Zapatos: Arte Fyl.
Producción: Manuel Liñán.
Colaboración: Teatros del Canal.
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